LA
REVOLUCION MEXICANA
Por las fuerzas motrices que la hicieron posible campesinos, indígenas y obreros y por Francisco I Madero. La Revolución tuvo un carácter eminentemente popular; encarnó asimismo importantes demandas políticas y sociales surgidas de la opresión, la injusticia y la desigualdad acumuladas por más de 30 años de dictadura. Por los objetivos que se trazó, la Revolución fue un movimiento primordialmente democrático, ya que luchó por las libertades y derechos sistemáticamente conculcados por la elite porfirista: libertades de expresión, de manifestación y de creencias, el sufragio efectivo, el derecho de huelga, la educación gratuita, el derecho a la tierra, etc. Siendo la educación pública, laica y gratuita uno de los más importantes logros del movimiento revolucionario iniciado hace 90 años, es relevante referir las vicisitudes históricas por las que aquélla tuvo que pasar hasta cristalizar en lo que es hoy el complejo sistema educativo nacional.
La Revolución se caracteriza fundamentalmente por el decidido esfuerzo de un pueblo para lograr, de manera violenta, el cambio radical en las estructuras económicas políticas y sociales, con el fin de obtener mejores condiciones de vida.
Como consecuencia del establecimiento del régimen colonial en México se produjeron grandes diferencias entre los diversos sectores de la población, por tal motivo, desde entonces se han presentado condiciones que hacen necesaria la lucha para buscar soluciones que beneficien a la población, es decir, se han iniciados procesos revolucionarios para resolver las condiciones de la sociedad nacional.
Un ejemplo de estos intentos de transformación es la lucha de independencia, la cual tenía como fin que nuestro país obtuviera la separación política de España.
Otro caso es la guerra de Reforma que se desencadenó debido a que nuestro gobierno independiente no fue capaz de dar solución a los problemas heredados de la época colonial. Esta Guerra tuvo como objetivos fundamentales destruir las viejas estructuras políticas y sociales existentes hasta entonces y crear un Estado de corte moderno. En la eclosión revolucionaria, el rubro educativo fue motivo de honda preocupación, no obstante que en los planes revolucionarios más importantes (San Luís, de Guadalupe, de Ayala, etc.) no se explicitaban demandas sobre la materia. Sin embargo, el Programa del Partido Liberal de los hermanos Flores Mogón y otros precursores de la Revolución sí recogió puntualmente este aspecto. En él se plantea la multiplicación de las escuelas primarias, la obligación de impartir enseñanza laica, la obligatoriedad de la instrucción hasta los 14 años y la importancia de pagar salarios decorosos a los maestros. En la etapa de escisión del movimiento,
El gobierno de
LA ESCUELA DURANTE LA REVOLUCIÓN 1911-1917
Durante la revolución
mexicana, la educación tuvo un escaso desarrollo, debido a la gran
inestabilidad. Sin embargo, en algunos lugares surgen caudillos liberales, interesados
en mejorar la calidad de vida de los mexicanos y debido a esto algunos estados
de la República
se volvieron autónomos en el ámbito educativo tal fue el caso de Yucatán,
Durango, Tabasco y Coahuila, pese a las dificultades económicas, cada uno busco
destacar en este, creando escuelas y ampliando el numero de profesores,
mientras los gobernadores revolucionarios impulsaron leyes que favorecieron la
educación popular.
La primera obra educativa de importancia que se llevó a cabo es la aparición de las escuelas rudimentarias establecidas por el presidente Francisco León dela Barra el 1º de junio de
1911. La finalidad de dichas instituciones era el enseñar principalmente a los
individuos de raza indígena a hablar, escribir y leer en castellano; así como a
ejecutar las operaciones de cálculo más usuales. Su duración era de dos
cursos...
La primera obra educativa de importancia que se llevó a cabo es la aparición de las escuelas rudimentarias establecidas por el presidente Francisco León de
Régimen porfirista
En la Historia
de México, se denomina Porfirismo o Porfiriato, según el autor, al periodo de
30 años durante el cual gobernó el país el general Porfirio Díaz en forma
intermitente desde 1876 (al término del gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada),
con la interrupción del presidente Manuel González, quien gobernó de 1880 a 1884, hasta mayo de
1911, en que renunció a la presidencia por la fuerza de la Revolución mexicana
encabezada por Francisco I. Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata y los
hermanos Flores Magón. El Porfiriato fue un periodo que provocó grandes desigualdades
entre la población mexicana, y generó estabilidad económica y política al costo
de la concentración de la riqueza en un pequeño grupo y la supresión de
numerosas libertades civiles. Presintiendo que el presidente Lerdo de Tejada
intentaría reelegirse, Porfirio Díaz volvió a levantarse en armas. Formado en
las Luchas por la Reforma
y contra la intervención extranjera, Díaz gozaba de gran prestigio entre los
militares y de renombre en los círculos políticos del país. Con el triunfo del Plan de Tuxtepec,
el cual lo llevó a la
Presidencia de México para gobernar el periodo que comprende
de 1876 a
1911 con un breve intermedio durante el gobierno de González. En los 31 años
del Porfiriato se construyeron en México
más de 19 000
kilómetros de vías férreas con la inversión extranjera;
el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de
capital extranjero y se impulsó la industria nacional. A partir de 1893 se
sanearon las finanzas, se mejoró el crédito nacional y se alcanzó gran
confianza en el exterior, y se organizó el sistema bancario, que se invalidó
durante la década de 1940, en el gobierno de Río. En este periodo se continuó
el esfuerzo iniciado con Manuel González por superar la educación en
todos sus niveles; hombres de la talla de Joaquín Baranda,
Ezequiel Chávez, Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez le dieron lustre a este
proceso que incluyó desde los jardines de niños hasta la educación superior,
pasando por la formación de maestros. Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el
país se encontraba listo para la democracia,
realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años,
presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el
público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la
cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la
entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador. Chihuahua fue el
principal escenario de las derrotas porfiristas ya que Pancho Villa
y Pascual Orozco conquistaron Ciudad Guerrero,
Mal Paso, venció en la batalla de Casas Grandes, Chihuahua
y la toma de Ciudad Juárez, por el Sur, Emiliano
Zapata al frente de sus tropas campesinas, amagaban la capital y derrotaron en Cuautla
el 5to. Regimiento de Oro (el mejor batallón del ejército federal) aunque
irrelevantes en el plano militar, fueron las batallas que facilitaron el camino
de los revolucionarios hacia la victoria contra la dictadura. Habiendo tenido
esos fracasos en el terreno militar y otros en el plano de las negociaciones,
Díaz prefirió renunciar a la presidencia y abandonó el país en mayo de
1911.Movimiento social que trastocó las estructuras sociales, políticas y
económicas de México. En la primera década del presente siglo la dictadura
había gestado las condiciones para la nueva revolución, un momento amplio y
vigoroso cuyas repercusiones podían predecirse, pues un tanto que los ricos hacendados
nacionales trataban de capturar el poder político para abrirse pasó a la vida
económica del país. Es lógico pensar que la educación debe poseer esta
característica y contribuir a formar a las nuevas generaciones dentro de esa
filosofía: por consiguiente, el contenido educativo y su organización deben
coincidir con los propósitos de la revolución. si esta es popular debe serlo
también la educación, que deberá estar al servicio de las mayorías y
constituirse en un instrumento de lucha contra él estancamiento económico,
político, cultural y social en que vive nuestro pueblo. La educación debe
despertar las conciencias de los hombres para liberarlos.
MADERISMO
En un principio no se
comprometió Francisco I. Madero, pues continuó con la
esperanza de que algún día el general Bernardo Reyes, quien lo había apoyado en su
lucha contra Garza Galán, regresara al país a suceder a Porfirio Díaz. Al ver que esto no sucedía, y cercanas las
elecciones presidenciales, decidió adherirse al maderismo, exiliándose en San Antonio, Texas, y comprometiéndose a acudir al llamado
de las armas. Aunque no llegó a penetrar el estado como rebelde, fue designado
por Francisco I. Madero como gobernador de Coahuila.
Luego lo nombró secretario de Guerra y Marina en su gabinete provisional de Ciudad Juárez, a pesar de ser un civil. Fue ratificado en su
cargo de gobernador de Coahuila, para el que poco después fue electo.
Como gobernador de su estado, organizó fuerzas auxiliares que impidieron el
paso de los rebeldes orozquistas a Coahuila
en1912.
ANTECEDENTES DE LA ESCUELA POPULAR
En
1890 algunos miembros del congreso nacional de la instrucción política se
percataron de que un alto porcentaje de mexicanos vivía bajo un humillante y
justicia social, que la riqueza no hallaba concentrada en pocas manos y que la
enseñanza publica estaba reservada para los privilegiados en las grandes
poblaciones y ciudades. Esto hizo que aun antes de iniciarse la revolución de
1910 surgieran en nuestro país las primeras ideas entorno a una escuela
popular. Esto seria el medio idóneo para llevar la educación al todo el país,
los supremos ideales de la educación mexicana debían ser la libertad y la
nacionalidad y el instrumento para lograrlo la escuela popular. Los cambios más relevantes que registra la
educación corresponden, generalmente, con las transformaciones sociales que
emanan de las revoluciones que además ocurren en el ámbito de la ciencia y la
tecnología, así como de las transformaciones en las estructuras económicas y
políticas, esto es, en los ilimitados campos de la cultura. Ahora bien, cuando
esta revolución en la educación se vincula con los cambios en otras
instituciones sociales en que se apoya, tenemos resultados que se tornan imperecederos,
explica Mejía Zúñiga. Como antecedente importante tenemos a la escuela
lancasteriana, que nació en el seno mismo del imperio iturbidista con una
concepción diferente de educación. Tampoco podemos descartar o dejar de lado la
dinámica administración de Valentín Gómez Farías, o del doctor Mora, quienes
plasmaron en normas del derecho positivo la filosofía educativa de la naciente
nación, en la época pos independentista, y que se manifestó a partir de la
revolución de Ayutla, que se expresó jurídicamente en la Constitución Política
de 1857. Según la comisión de enseñanza elemental obligatoria del propio
congreso, formada por los maestros
Enrique C. Rebsamen, Miguel E. Martínez y Manuel zayas proponía que en
lugar de en lugar de hablar de
“enseñanza elemental”, se dijera
“educación popular”. Con este cambio se quería significar el espíritu
que debía animar a la educación en
México: el de la unificación nacional por medio de la educación. La nación
debía incorporar a todos sus miembros mediante la instrucción pública y
obligatoria. La palabra popular es mas comprensible por que no determina el
grado especifico de enseñanza sino que refiere a la cultura general que se
considera como un mínimo indispensable
para el pueblo en todos los países civilizados como nuestros trabajos tienden
no solamente tal cual grado de enseñanza, sino a elevar el nivel de la cultura
popular. Gracias a la dictadura de Porfirio Díaz, que pone al poder al servicio
de los explotadores del pueblo el trabajador mexicano ha sido reducido la
condición mas miserable, en donde quiera que prestan sus servicios, obligado ha
desempeñar una dura labor de muchas horas, por un jornal de unos cuantos
centavos. El capitalista impone su apelación las indicciones del trabajo que
siempre son desastrosas para el obrero y este tiene que aceptarlas por dos
razones: primero la miseria lo hace trabajar a cualquier precio, segundo si se
revela contra el abuso del rico las bayonetas de la dictadura se encargara de
someterlo. Así es como el trabajador mexicano acepta las jornadas de 12 o más
horas diarias por salarios menores de 75 centavos, y además debe tolerar que
los patrones le descuenten de su infeliz jornal diversas cantidades para culto
católico, fiestas religiosas y cívicas y otros conceptos, aparte por las multas
que por cualquier pretexto se le impone. Una educación para la libertad es lo
que se considera necesario para dar fin a la tiranía y al obscurantismo. La
necesidad de crear nuevas escuelas hasta dotar el país con todas las que
reclame toda su población escolar. La escuela laica preconiza todo lo contrario
de la supresión de las escuelas del clero, la escuela laica se inspira en un
elevado patriotismo ajeno a mesquisidades religiosas, que tiene por lema la
verdad, es la única que puede hacer por los mexicanos el pueblo ilustrado,
fraternal y fuerte del mañana.
ESCUELAS LANCASTERIANAS
Un
solo maestro podía enseñar de 200 hasta 10000 alumnos, con los que bajaba el
costo de la educación.
Los
alumnos eran divididos en pequeños grupos de 10; cada grupo recibía la
Instrucción
de un monitor o instructor, que era un niño de más edad, y más capacidad,
previamente preparado por el director de la escuela.
Las
asignaturas que se impartían eran: escritura, lectura, aritmética y además se
les enseñaba doctrina Cristiana.
Desde
la entrada del niño a la escuela hasta su salida por la tarde, sus actividades
estaban controladas por una serie de requisitos, ordenes, premios y castigos.
En
las escuelas era común que las ventanas estuvieran rotas y tapadas con bastidores
de madera.
Algunas
escuelas tenían baño, que consistía de un cajón, pero la mayor parte optaba por
dejar a los niños salir a la calle provocando quejas de las autoridades
municipales.
En
las paredes había un Santo Cristo de madera y alrededor del cuarto se
suspendían grandes carteles para la enseñanza de la lectura y la aritmética.
Un
día común en una escuela Lancasteriana era de 6 o 7 horas de clase, con un
descanso de dos horas al medio día para comer en casa.
Al
entrar a la escuela en la mañana, el niño se formaba en línea con sus
compañeros de clase para la inspección de: cara, manos y uñas, su ropa debía
estar limpia, sus zapatos o pies sin lodo.
Para
escribir se usaban pluma de ave que habían sido cortadas y preparadas por el
director de la escuela. La tinta se hacía de huizache y caparrosa y costaban un
real cada cuartilla (equivalente a 4.033 Litros). El papel generalmente era de
un tipo llamado de Holanda o a veces era de maguey.
Los
utensilios de enseñanza presentaban un gasto fuerte, ya que equivalían a una
tercera parte del presupuesto mensual de 8 pesos destinados a los utensilios
(arena, pizarrines y plumas).
Divisas
de mérito y castigo, unas tarjetas o planchuelas de madera que el director
colgaba con una cuerda al cuello del niño.
Horario
de la mayor parte de las escuelas era de 8:00 a 12:00 y de 2:00 a 5:00 o sea 7
horas de clases.
Generalmente
el mayor número de niños asistía en las mañanas no en las tardes, el 80% de los
alumnos tenían entre 6 y 10 años, aunque algunos solo tenían 4 años y otros 14
años.
LAS ESCUELAS RUDIMENTARIAS
En estas escuelas solamente se enseñaban a
hablar, leer y escribir el idioma castellano y a ejecutar las operaciones
fundamentales y usuales de la aritmética. Es entonces cuando se crea la Ley Federal de
Instrucción Rudimentaria. Las escuelas nacidas en virtud de esa ley se llamaron
escuelas rudimentarias porque en realidad, solo habían sido concebidas para
alfabetizar e impartir los rudimentos de la instrucción. Después algunos
maestros comenzaron a denominarlas irónicamente escuelas de peor es nada,
porque es claro que peor era que en las áreas rurales no hubiera habido
escuelas de ninguna clase.
En esta ley se consideraba lo siguiente: enseñaran a hablar, leer y escribir el castellano y a ejecutar las operaciones fundamentales y usuales de la aritmética, se impartirían las clases a dos cursos a lo sumo, no era obligatoria y se impartiría a quienes asistan, sin distinción de edad ni sexo, distribuir alimentos y vestidos a los educandos que los necesitaran en medida de la posibilidad del gobierno. Pero ésta no era la escuela que el indio y el mestizo de las áreas rurales necesita, porque con ella y sin ella la vida de miseria y de incultura que llevaba seguía permaneciendo en el mismo plano inferior en que se encontraba.
Por tal motivo se realizó una encuesta a varias personas de diferentes profesiones acerca del tema de las escuelas rudimentarias, tal encuesta resultó sumamente interesante, pues enriquece ampliamente en todas sus direcciones cardinales el concepto de la escuela que debería ponerse en lo porvenir al servicio de la población rural, india o no india, del país.
Algunos dijeron que lo que se necesitaba era educación y no instrucción, otros mas opinaron que no se comenzara la tarea de crear escuelas sino hasta cuando estuvieran listos los maestros competentemente preparados en las escuelas normales rurales y, una opinión mas era de que los maestros destinados a las regiones indígenas hablaran los idiomas que ahí mismo se practican.
En esta ley se consideraba lo siguiente: enseñaran a hablar, leer y escribir el castellano y a ejecutar las operaciones fundamentales y usuales de la aritmética, se impartirían las clases a dos cursos a lo sumo, no era obligatoria y se impartiría a quienes asistan, sin distinción de edad ni sexo, distribuir alimentos y vestidos a los educandos que los necesitaran en medida de la posibilidad del gobierno. Pero ésta no era la escuela que el indio y el mestizo de las áreas rurales necesita, porque con ella y sin ella la vida de miseria y de incultura que llevaba seguía permaneciendo en el mismo plano inferior en que se encontraba.
Por tal motivo se realizó una encuesta a varias personas de diferentes profesiones acerca del tema de las escuelas rudimentarias, tal encuesta resultó sumamente interesante, pues enriquece ampliamente en todas sus direcciones cardinales el concepto de la escuela que debería ponerse en lo porvenir al servicio de la población rural, india o no india, del país.
Algunos dijeron que lo que se necesitaba era educación y no instrucción, otros mas opinaron que no se comenzara la tarea de crear escuelas sino hasta cuando estuvieran listos los maestros competentemente preparados en las escuelas normales rurales y, una opinión mas era de que los maestros destinados a las regiones indígenas hablaran los idiomas que ahí mismo se practican.
CARENCIA DE CONTENIDO SOCIAL DE LA EDUCACION
PÚBLICA EN EL REGIMEN PORFIRISTA
Dorantes el régimen de Porfirio Díaz se logro integrar un sistema
de instrucción oficial en el distrito y territorios federales que abarcaba
desde el jardín de niños hasta la universidad, con los elementos que
proporcionaron los gobiernos de benito Juárez y Sebastián lerdo de tejada, esta
educación se preocupo por formar un hombre individualmente, al servicio del
sistema imperante, y no atendió la instrucción popular en sus etapas rural,
técnica y agrícola.
El porfirismo y la
escuela rudimentaria
El 24 de marzo de 1911, para responder a las aspiraciones de la
opinión publica renunciaron los miembros de la administración que encabezaban
el general Porfirio Díaz y Ramón corral.
El 28 de marzo rindieron protesta los nuevos funcionarios entre
los que se encontraba Jorge Vera Estañol, secretario de instrucción publica y
bellas artes, quien el 10 de mayo de 1911 presento a la cámara de diputados,
por acuerdo del presidente la iniciativa de ley para establecer en la republica
escuelas de instrucción rudimentaria, en los siguientes términos:
Art.1º.- las escuelas de instrucción rudimentaria tendrán por
objeto impartir y difundir entre los individuos analfabetos, especialmente los
de raza indígena, los conocimientos siguientes 1) el habla castellana. 2) la
lectura. 3) la escritura. 4) las operaciones de aritmética.
Articulo 2º.- estas escuelas serán independientes de las de
educación primaria, de las cuales estarán separadas.
Articulo3º.- la instrucción rudimentaria se desarrollara cuando
mas en dos cursos anuales.
Articulo 4º.- el ejecutivo ira estableciendo oficialmente las
nuevas escuelas o fomentando el establecimiento privado de ellas en las
diversas partes de la republica, a medida que lo vayan permitiendo los recursos
de que disponga.
Articulo 5º.- los preceptos de esta ley no restringen ni afectan,
dentro de cada estado, la observancia de las leyes de instrucción que estos
expidieran.
Tampoco restringen ni afectan la aplicación de leyes vigentes de
educación primaria en el distrito y territorios federales.
Articulo 6º.- dentro de sus facultades constitucionales el
ejecutivo reglamentara esta ley.
Esta fue una medida
desesperada del gobierno de Porfirio Díaz por demostrar su interés por el país,
la educación y los beneficios de la cultura en todo el territorio nacional.
El documento se aprobó
rápidamente en lo general, para después hacerlo en lo particular. Las galerías
no lo permitieron; en el público que abarrotaba la cámara de diputados exigía
la renuncia del general Díaz y de ramón corral. La dirección de la cámara se
vio en la necesidad de suspender la sesión y se logro aprobar solamente el
artículo 1º y 2º del proyecto de ley.
Después de la renuncia de
Díaz asumió de inmediato la presidencia de la republica Francisco León de la
Barra, se aprobó el proyecto en lo particular solo el articulo 6º no lo fue.
EL PLAN
DE SAN LUIS
El Plan de San Luís Potosí fue un documento político proclamado
desde San Antonio, Texas, por el líder del movimiento revolucionario mexicano y candidato presidencial del Partido Nacional
Antireeleccionista, Francisco I. Madero. Este manifiesto convocaba a levantarse en
armas el 20 de noviembre de 1910, para llevar a cabo el derrocamiento del porfiriato, el establecimiento de
elecciones libres y democráticas,
así como también se comprometía a restituir a los campesinos las tierras que
les habían sido arrebatadas por los hacendados.
Muy pronto llegaron a la
Ciudad de México las copias del Plan de San Luís, la prensa
capitalina informaba del desarrollo de un complot, el 18 de noviembre de 1910 fue descubierta una conspiración contra Díaz en la ciudad de Puebla. Esa conjura estaba dirigida por Aquiles Serdán, quien junto con su familia fue asesinado
por la policía. Sin embargo, como respuesta a la proclamación de Madero
comenzaron a surgir levantamientos armados a lo largo de México en noviembre de
1910, que finalmente culminaron con la renuncia de Porfirio Díaz, el triunfo de
Madero en las elecciones presidenciales de 1911, así como la Revolución mexicana, que duraría alrededor de una década y
cobraría la vida de cientos de miles de mexicanos. La sucesión presidencial de
enorme resonancia en el país no obstante sus deficiencias sirvió de punto de
apoyo para la formación del partido anti reeleccionista, que llego a contar con
numerosos clubes en casi todos los estados de la republica y de cuyos seno
surgieron como candidatos para presidente y vicepresidente Francisco I. Madero
y Francisco Vásquez Gómez
Con
el tiempo, el partido canalizo el descontento y la miseria popular y del campo,
de las fábricas y de la lucha política hacia el logro del ejercicio
democrático. El plan de San Luís declaro políticamente nulas las elecciones
generales que se acababan de efectuar e invito al pueblo para que tomara las
armas y coadyuvara el derrocamiento de la dictadura. En la última instancia
puede afirmarse que fue el art.3° del plan de San Luís el que dio origen a
nuestra revolución social, ya que en el fundo la revolución mexicana no tuvo
sus causas, como aparentemente pudiera pensarse en las razones políticas. El
sufragio efectivo y la no reelección fueron solo el pretexto, el motivo
superficial, pues los grandes sectores del pueblo no actuaron al lado de madero
y de los caudillos que los siguieron, impulsados por esos principios, ya que
desconocían el significado de estas palabras. El movimiento armado se extendió
por todo el territorio nacional y el general Díaz se vio obligado a renunciar
asumió provisionalmente la presidencia francisco, león de la barra como puente
constitucional teniendo entre la revolución y la dictadura por la transacción
de Ciudad Juárez pero el 26 de mayo nació el primer gobierno maderista.
EL 30 DE MAYO DE 1911 EL
CONGRESO FEDERAL EXPIDIÓ EL SIGUIENTE DECRETO PROMULGADO POR EL PRESIDENTE DE
LA REPUBLICA EL 19 DE JUNIO DEL MISMO AÑO:
Art. 1º.- se autoriza al
ejecutivo de la unión para establecer en toda la republica escuelas de
instrucción rudimentaria, independientes de las escuelas primarias existentes,
o que en lo sucesivo se funden.
Art.2º.- las escuelas de
instrucción rudimentaria tendrán por objeto enseñar principalmente a los
individuos de la raza indígena a hablar, leer y escribir castellano y a
ejecutar las operaciones fundamentales y mas usuales de aritmética.
Art.3º.- la instrucción
rudimentaria se desarrollara, cuando mas, en dos cursos anuales.
Art.4º.- estas escuelas se
Irán estableciendo y aumentando a medida que lo permitan los recursos de que
disponga el ejecutivo.
Art.5º.- se le autoriza
igualmente para fomentar el establecimiento de escuelas privadas rudimentarias.
Art.6º.- la enseñanza que se
imparta conforme a la presente ley no será obligatoria y se dará a cuantos
analfabetos concurran a las escuelas, sin distinción de sexos ni edades.
Art.7º.- el ejecutivo deberá
estimular la asistencia a las escuelas, distribuyendo en las mismas alimentos y
vestido a los educandos, según las circunstancias.
Art.8º.- esta ley no afecta
la observación de las que en materia de instrucción obligatoria estén vigentes
o rijan en lo sucesivo en los estados, en el distrito federal o en los
territorios.
SOLUCIONES
En el mismo documento el
ingeniero Pani señala que para tratar de resolver el problema era necesario:
1) modificar el ordenamiento
jurídico puesto en vigor por el anterior gobierno, con objeto de hacer
realizable y útil el programa de estudios que ordena.
2) buscar una forma de
organización tal que permita, de acuerdo con el articulo 1° del mismo decreto,
ampliaciones posteriores, pero produciendo siempre el rendimiento máximo según
los recursos de que sucesivamente se pueda disponer.
Esto fue publicado en los
periódicos para escuchar la opinión del publico la buena aceptación de esta
propuesta disgusto a pino Suárez quien había autorizado dicha acción, lo que
trajo la renuncia de Pani y por consiguiente el fracaso de las escuelas
rudimentarias.
Durante la época de
victoriano huerta volvió a la secretaria de instrucción pública Vera Estañol
autor de dicho proyecto quien nuevamente quería impulsar las pocas esuelas que
quedaban, pero con la caída del régimen prácticamente murieron estas escuelas.
Estos fueron los primeros intentos de la federalización de la educación en
México.
Las demandas de los grupos revolucionarios
Francisco I Madero no
advirtió que los efectos de los tratados de ciudad Juárez de 1911, permitirían
que la situación se mantuviera como en el porfiriato, esto debido a que en la
presidencia y en el congreso de la unión se mantenía gente del antiguo régimen.
Ante la convención del
partido constitucional progresista, en agosto de 1911, madero fijo su posición
respecto a la cuestión social, expreso que la pequeña propiedad solo podría
desarrollarse lentamente, pues tenia como principal obstáculo la defectuosa
repartición de la propiedad, la que no obstante tenia que respetarse, pues que
cualquier legislación futura debía tener por base el principio de la propiedad.
Debido a que la mayoría del
gabinete de madero servían al antiguo régimen l jefe del poder ejecutivo era
débil lo cual aprovecharon para que este exigiera a Emiliano zapata su
rendición inmediata, ya que este solicitaba inmediatamente una ley agraria,
destinada a mejorar las condiciones inhumanas en que seguían viviendo los
campesinos, especialmente los del estado de Morelos.
Le jefe de la revolución no
cedió ante esta petición por lo que rompieron lazos, zapata vio que a madero le
importaban mas los problemas económicos de la clase acomodada que los
campesinos por lo que el y los suyos publicaron el plan de Ayala.